Cómo regar cebollas del huerto

Cómo regar cebollas del huerto

Si te preguntas cuánto regar cebolla para obtener bulbos uniformes y sin problemas, estás en el lugar correcto. La cebolla, aunque parezca resistente, necesita un equilibrio muy preciso entre humedad y drenaje; un exceso la hunde y una escasez la debilita. En este artículo descubrirás la frecuencia de riego cebolla ideal, cuántos litros aplicar en cada fase y qué cuidados extra debes tener según la zona de España donde cultives.


Requisitos de riego para la cebolla

Horas de riego y litros por planta

Etapa de la cebollaFrecuencia típicaCantidad de agua (≈)Comentario
Plántula (primeras 3‑4 semanas)Cada 2‑3 días0,5‑1 L por bandeja o macetaEl sustrato debe quedar húmedo pero sin charcos.
Crecimiento vegetativo (hasta que aparecen los tallos)Cada 3‑4 días1‑2 L por plantaIncrementa la cantidad cuando la planta tenga 5‑6 hojas.
Bulbificación (fase de engrosamiento del bulbo)Cada 5‑7 días2‑3 L por plantaRiega profundamente para que el agua llegue a 20 cm de profundidad.
Maduración (últimas 2‑3 semanas antes de la cosecha)Cada 7‑10 días1‑2 L por plantaReduce ligeramente para evitar que el bulbo se vuelva acuoso.

Tip práctico: Si utilizas riego por goteo, programa 10‑12 minutos a un caudal de 0,5 L h⁻¹ por emisores de 16 mm de diámetro. Con una emisora por planta obtendrás la dosis exacta sin mojar el follaje.

Intensidad y calidad del agua

  • Temperatura del agua: evita que esté fría; mejor que esté entre 15‑20 °C, igual que la temperatura del suelo en primavera.
  • Dureza: en zonas con agua muy dura (p. ej. Murcia) es recomendable aplicar un enjuague con agua de lluvia una vez al mes para evitar acumulación de sales.
  • pH: la cebolla prefiere suelos ligeramente ácidos, pH 6,0‑6,5. Si el agua es muy alcalina, corrígela con agregado de sulfato de hierro (1 g l⁻¹).

Variaciones climáticas y estacionales

Norte vs. Sur

  • En Galicia o Asturias, las lluvias son abundantes en otoño; allí puedes saltar el riego una o dos veces por semana cuando el suelo está húmedo a 8 cm de profundidad.
  • En Andalucía y Murcia, los veranos superan los 35 °C y la evaporación se dispara; en julio‑agosto aumenta la frecuencia a diaria y la cantidad a 3‑4 L por planta, siempre con riego temprano (entre 6 h y 9 h) para minimizar el estrés térmico.

Temporada de siembra

  • Siembra en primavera (marzo‑abril): la humedad natural del suelo es suficiente durante las primeras dos semanas; inicia el riego cuando la capa superior se haya secado al tacto.
  • Siembra en otoño (octubre‑noviembre) en el interior de un invernadero: mantén una humedad constante (≈ 70 %) con riego cada 2‑3 días, pero reduce la cantidad a 0,8‑1,2 L por planta para evitar que los bulbos se pudran antes del invierno.

Cultivo bajo cubierta

Si trabajas bajo toldo plástico o invernadero, la luz solar se intensifica y la evaporación aumenta. Asegúrate de que el sustrato alcance siempre 20 % de humedad relativa; en estos casos el riego por goteo es la única opción viable.


Señales de problemas por riego inadecuado

Falta de agua

  • Hojas marchitas y enrolladas: especialmente en los bordes exteriores de la roseta.
  • Bulbos pequeños y alargados: el bulbo no se engrosa y se estira verticalmente.
  • Crecimiento lento: la planta pasa más tiempo en la fase vegetativa y tarda en pasar a la fase de bulbos.

Exceso de agua

  • Hojas amarillentas o blanquecinas en la base, signo de hipoxia radicular.
  • Podredumbre del cuello: zona entre la raíz y el tallo que se vuelve blanda y huele a podrido.
  • **Formación de sales blancas en la superficie del sustrato, indicio de acumulación de minerales.

Advertencia: Nunca riegues la cebolla cuando el suelo esté congelado; el agua se expande y rompe las raíces, provocando la muerte de la planta.


Consejos prácticos y errores comunes

  1. Riega siempre al pie de la planta. Salpicar el follaje favorece la aparición de mildiu y otras enfermedades fúngicas.
  2. Mide la humedad con un sondón o la técnica del dedo a 5 cm. Si el sustrato está húmedo, pospone el riego; si está seco, actúa de inmediato.
  3. Aplica una capa de mulch (paja, hojas secas) de 3‑5 cm alrededor de la base. Reduce la evaporación hasta un 30 % y mantiene la temperatura del suelo más estable.
  4. No uses manguera a presión directa sobre la raíz. El agua a alta velocidad compacta la tierra, dificultando la aireación.
  5. Evita regar en pleno mediodía (especialmente en el sur); el sol intenso evapora el agua antes de que la raíz la absorba, creando micro‑sequías.

Error típico: Muchos hortelanos riegan de forma regular sin observar el estado del sustrato. El resultado son bulbos húmedos que se pudren al final del ciclo. La regla de oro es riegos según necesidad, no por calendario.


Conclusión

Regar la cebolla con precisión —0,5‑1 L en la fase de plántula, 2‑3 L en la bulbificación y 1‑2 L al final de la maduración— y ajustar la frecuencia según la zona (diaria en el calor del sur, cada 5‑7 días en el noroeste) te garantiza bulbos firmes y sin enfermedades. Recuerda siempre comprobar la humedad del suelo, usar mulch y evitar el riego sobre el follaje. Con estos pasos, tus cebollas estarán listas para cosechar en su punto óptimo, sea que estés en la sierra de León o en los campos de Granada. ¡Manos a la obra y a regar con cabeza!