Coles con hojas amarillas: causas y soluciones efectivas

Ver tus coles con hojas amarillas es desconcertante, sobre todo cuando el resto de la planta sigue creciendo con vigor. Ese amarilleo es síntoma de varios conflictos que pueden ir desde una simple falta de nutrientes hasta un exceso de agua que ahoga las raíces. Lo bueno es que, con una observación cuidadosa, puedes identificar la causa exacta y aplicar la solución adecuada sin complicaciones.

En este artículo repasaremos las causas más habituales, te enseñaré a diagnosticar correctamente y, lo más importante, te ofreceré pasos concretos para devolverle el verde a tus coles. Todo con ejemplos propios de huertos de Castilla, Galicia y la meseta central.

Causas posibles del problema

1. Deficiencia de nitrógeno (causa más frecuente).
El nitrógeno es el nutriente móvil que la planta lleva a sus hojas jóvenes; cuando escasea, primero se marchitan las hojas inferiores, adquiriendo un tono amarillo pálido que progresa lentamente. En la meseta central, donde los suelos son a menudo calcáreos y pobres en materia orgánica, la falta de nitrógeno aparece con facilidad, sobre todo después de una cosecha anterior que agotó los recursos.

2. Exceso de riego.
Cuando el sustrato permanece húmedo demasiado tiempo, las raíces se asfixian y pierden la capacidad de absorber nutrientes. El amarilleo se manifiesta de forma generalizada, las hojas se vuelven blandas y el suelo desprende un olor a humedad. En zonas como Asturias o la franja costera de Cataluña, donde la lluvia es abundante, el error típico es regar a diario sin comprobar la humedad del lecho.

3. Falta de luz.
Las coles necesitan al menos 6 horas de sol directo al día para realizar fotosíntesis eficientemente. Si la planta se sitúa bajo la sombra de un árbol frutal o en una zona orientada al norte, las hojas más jóvenes aparecen amarillas con nervios verdes y el tallo se alarga de forma esquelética, fenómeno que llamamos “espigado”. Este problema es habitual en huertos urbanos de Madrid donde la sombra de los edificios reduce la radiación solar.

Causas menos frecuentes (mención rápida):

• Carencia de hierro (clorosis férrica): amarilleo en hojas jóvenes con venas verdes intensas.
• Plagas como ácaro rojo que dejan manchas amarillas punteadas.
• Enfermedades fúngicas (p. ej., fusarium) que provocan amarilleo desde la base del tallo.

Diagnóstico: cómo identificar la causa correcta

El diagnóstico empieza por observar dónde aparecen las hojas amarillas:

• Sólo hojas bajas → probablemente deficiencia de nitrógeno.
• Todas las hojas, blandas y con suelo mojado → exceso de riego.
• Hojas jóvenes amarillas con nervios verdes y tallos alargados → falta de luz.

A continuación, revisa la humedad del sustrato. Inserta el dedo a 5‑10 cm de profundidad; si está húmedo, reduce el riego. Si está seco y el suelo parece compacto, añade compost o arena para mejorar la aireación.

Por último, examina el envés de las hojas con una lupa: la presencia de puntos rojos o diminutos ácaros indica una plaga, no una carencia nutricional.

Soluciones paso a paso

Si la causa es deficiencia de nitrógeno:

1. Aplica un fertilizante rico en nitrógeno (NPK 10‑5‑5 o similar). Disuelve 12 ml de producto líquido en 1 l de agua y riega la planta alrededor de la base.
2. Repite la aplicación cada 15 días hasta que las nuevas hojas vuelvan a ser de un verde intenso.
3. Complementa con compost bien descompuesto: extiende 2‑3 kg alrededor de cada planta y mezcla ligeramente con la tierra.
   Verás mejoría en 7‑10 días, con nuevas hojas emergiendo verdes y sin manchas amarillas.

Si la causa es exceso de riego:

1. Detén el riego durante 2‑3 días y permite que la capa superior del sustrato se seque.
2. Comprueba que la maceta o surco tenga buen drenaje; si no, perfora agujeros adicionales o añade una capa de grava en el fondo.
3. En suelos pesados, incorpora 30 % de perlita o arena gruesa para favorecer la escorrentía.
4. Cuando vuelvas a regar, espera a que los primeros 5 cm de tierra estén secos; riega en abundancia pero con mayor intervalo.
   Si las raíces no están gravemente podridas, la planta se recuperará en 2‑3 semanas.

Si la causa es falta de luz:

1. Reubica las coles en un sitio con al menos 6‑8 horas de sol directo al día; en la meseta, una exposición sur‑este funciona bien.
2. Si el traslado no es posible, poda las plantas vecinas que bloquean la luz y elimina ramas bajas de los árboles.
3. En huertos de interior o en invernaderos, instala una lámpara LED de cultivo con 400‑500 µmol m⁻² s⁻¹, 12 h diarias.
   Las hojas ya amarillas no volverán a verde, pero las nuevas brotaciones crecerán sanas en 10‑14 días.

Prevención futura

Para evitar que tus coles vuelvan a presentar hojas amarillas, sigue estos hábitos sencillos:

• Fertiliza cada primavera con 1 kg de compost por cada 10 m² y, si el suelo es pobre, complementa con 200 g de fertilizante N‑rich cada 4‑6 semanas.
• Regula el riego usando un medidor de humedad o la prueba del dedo; en verano riega cada 5‑7 días, en otoño cada 10‑12 días.
• Asegura buen drenaje añadiendo arena o perlita al sustrato cada temporada.
• Mantén una exposición solar adecuada; si la zona es muy sombreada, elige variedades de col como ‘Robalo’ o ‘Navarra’, más tolerantes a la sombra.

Cuándo preocuparse (y cuándo no)

Es normal que las hojas más viejas de la planta se vuelvan amarillas y caigan, ya que la col renueva su follaje constantemente. Sin embargo, si el amarilleo avanza rápidamente, afecta a más del 30 % de la planta, o se acompaña de marchitez, manchas marrones o olor a podrido, debes actuar de inmediato, pues indica un problema serio que puede comprometer la cosecha.

Conclusión

Las hojas amarillas en coles suelen deberse a deficiencia de nitrógeno, exceso de riego o falta de luz. Identifica el origen observando la posición y el aspecto de las hojas, revisa la humedad del suelo y busca señales de plagas. Aplicando el fertilizante adecuado, ajustando el riego o mejorando la exposición solar, tu cultivo volverá a lucir verde y saludable en cuestión de semanas. Con una observación regular y buenas prácticas, mantener tus coles libres de amarilleo será una tarea sencilla y gratificante.