Cuándo plantar calabacín: calendario por zonas de España
- 18 Nov, 2025
Saber cuándo plantar calabacines es tan importante como elegir la variedad adecuada. Si los pones al suelo demasiado pronto, las raíces pueden helarse; si lo haces demasiado tarde, el fruto no alcanzará su tamaño óptimo antes de que lleguen las altas temperaturas del verano. En España, la diversidad climática obliga a ajustar la fecha de plantación a la zona donde está tu huerto.
Mejores meses para plantar – desglose regional
Zona mediterránea (costa levantina, Andalucía costera, Cataluña y Baleares)
En la costa mediterránea (Valencia, Murcia, Alicante, Málaga, Barcelona) los calabacines pueden plantarse desde marzo‑abril siempre que la temperatura del suelo supere los 15 °C a una profundidad de 10 cm. El clima cálido permite una segunda siembra en julio, lo que otorga una cosecha extendida hasta octubre.
Consejo práctico: coloca una lámina de plástico negro sobre la zona de siembra unos 7‑10 días antes; ayuda a elevar la temperatura y acelera la germinación.
Zona continental (Madrid, Castilla‑León, Castilla‑La Mancha, Aragón interior)
En la meseta central las heladas pueden llegar hasta mediados de mayo. Por eso la ventana segura para plantar calabacines es finales de mayo o principios de junio, cuando las mínimas nocturnas se mantienen por encima de 10 °C durante al menos una semana. La temperatura del suelo suele rondar los 14‑16 °C en esas fechas, lo que permite un buen establecimiento antes de que el calor de julio alcance los 35 °C.
Si el año ha sido particularmente cálido, puedes avanzar una o dos semanas, pero ten a mano un túnel de PVC para proteger las plántulas de posibles heladas tardías.
Zona atlántica (Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco)
El clima húmedo y templado del norte atlántico retrasa la puesta a tierra. La mejor época para calabacines es de mayo a principios de junio, cuando el suelo alcanza los 15 °C y la humedad del aire favorece el desarrollo de las raíces. Las temperaturas nocturnas rara vez bajan de 8 °C, pero la previsión de lluvias intensas puede provocar encharcamientos; por ello, prepara el lecho con una buena capa de arena o grava fina para mejorar el drenaje.
Una ventaja de esta zona es la prolongada temporada de crecimiento: los frutos pueden madurar hasta finales de octubre, siempre que se mantenga un riego regular.
Sur interior (Extremadura, Andalucía interior)
En la península interior del sur la primavera se calienta antes que en la meseta. Aquí puedes plantar desde mediados de abril sin riesgo de heladas, ya que las mínimas nocturnas rara vez caen bajo 7 °C. El suelo suele superar los 16 °C a principios de abril, lo que permite una cosecha temprana en julio y otra fase de producción hasta septiembre.
Cuidado con el calor extremo de julio‑agosto: las plantas jóvenes pueden sufrir estrés hídrico. Un mulching de paja de 5 cm ayuda a conservar la humedad y a moderar la temperatura del sustrato.
Canarias y zonas subtropicales
En las islas Canarias y la zona subtropical de la costa malagueña los calabacines pueden plantarse prácticamente todo el año. La temperatura del suelo raramente baja de 18 °C, por lo que la única restricción es evitar los periodos de vientos alisios que pueden deshidratar rápidamente las hojas jóvenes. La recomendación es sembrar en octubre‑noviembre para una cosecha de primavera, o en marzo‑abril para aprovechar el verano suave de la zona.
Señales para saber cuándo plantar
No te guíes únicamente por el calendario; observa el entorno.
- Temperatura del suelo: inserta un termómetro a 5‑10 cm de profundidad antes de sembrar. Si marca 15 °C o más, el suelo está listo.
- Últimas heladas: revisa los datos meteorológicos locales; en la meseta, la última helada suele producirse entre el 15 y el 30 de mayo.
- Temperatura nocturna estable: si las mínimas nocturnas superan los 10 °C durante una semana consecutiva, es señal de que el clima ha dejado de ser una amenaza.
- Indicadores biológicos: observa la floración del albaricoque o del cerezo; cuando aparecen en rama, las heladas ya están prácticamente fuera del calendario.
Plantación directa vs trasplante
Para el calabacín la práctica más extendida es el trasplante. Siembra en semillero 6‑8 semanas antes de la fecha de plantación definitiva. Por ejemplo, si vas a colocar tus plantas a finales de mayo en la meseta, inicia la siembra en marzo dentro de bandejas o macetas. Cuando las plántulas tengan 4‑5 hojas verdaderas y la temperatura del suelo sea adecuada, trasplántalas a una distancia de 80‑100 cm entre plantas para asegurar una buena ventilación.
La siembra directa solo se recomienda en la zona mediterránea y en la costa atlántica, donde el suelo se calienta rápidamente y el riesgo de helada es bajo. En esos casos, siembra las semillas a 2‑3 cm de profundidad y cubre ligeramente con tierra fina.
Plantas compañeras y asociaciones
El calabacín se beneficia mucho de seres vegetales que atraen insectos útiles o mejoran la estructura del suelo:
- Albahaca y orégano repelen la mosca blanca y el pulgón. Plantéalos al borde de la huerta para crear un “cinturón aromático”.
- Zanahoria y remolacha tienen raíces profundas que sueltan nitrógeno al suelo, favoreciendo el desarrollo de los calabacines.
- Capuchina actúa como trampa para trips y ácaros; si la dejas crecer entre los calabacines, los insectos dañinos se concentrarán allí.
Evita cultivar puerros o coliflor cerca, ya que compiten por los mismos nutrientes y pueden propagar enfermedades del suelo.
Consejos finales
- Protección contra heladas tardías: mantén una lona o malla anti‑helada lista para cubrir los plantones si aparecen alertas después del trasplante.
- Riego por goteo: un flujo constante de 2‑3 L por planta al día en primavera y 4‑5 L en verano evita el estrés hídrico sin encharcar.
- Plantado escalonado: si dispones de espacio, siembra un lote cada 2‑3 semanas; obtendrás cosechas continuas y evitarás la sobrecarga de trabajo en la recogida.
- Endurecimiento: antes de la trasplantación, expón las plántulas al aire libre 1‑2 h al día, aumentándolo progresivamente, para que el follaje se acostumbre al sol directo.
- Control de malezas: mantén una capa de paja o corteza de pino alrededor de la base; reduce la competencia y ayuda a conservar la humedad.
Conclusión
En resumen, el momento ideal para plantar calabacines varía de marzo‑abril en la costa mediterránea a finales de mayo‑principios de junio en la meseta continental, pasando por mayo‑junio en el norte atlántico y abril‑mayo en el sur interior. Observa la temperatura del suelo, las últimas heladas y las mínimas nocturnas para confirmar que el clima está listo. Con un buen semillero, asociaciones vegetales adecuadas y riegos controlados, tus calabacines te recompensarán con abundantes cosechas durante todo el verano español. ¡Manos a la tierra y a disfrutar de esos calabacines frescos y sabrosos!