Cuándo Plantar lechuga en Navarra: Fechas y Consejos Locales
- 17 Nov, 2025
Si te preguntas cuándo plantar lechuga en Navarra, estás en el sitio correcto. La capital del norte peninsular combina inviernos fríos con primaveras frescas y veranos moderadamente calurosos, por lo que el timing de la siembra resulta decisivo. Plantar demasiado pronto expone a la lechuga a heladas tardías, mientras que un retraso reduce la ventana de cosecha antes de que el calor del verano la haga “amargarse”. En este artículo te explico, paso a paso, las fechas ideales, las señales climáticas que debes observar y los mejores trucos para que tus parcelas de lechuga prosperen en cualquier parte de Navarra.
Mejores fechas para la lechuga en Navarra
Ventana principal (marzo‑abril)
En la mayor parte de Navarra, la última helada suele ocurrir entre el 15 y el 30 de marzo. A partir de la segunda quincena de abril las mínimas nocturnas se mantienen por encima de 7 °C y el suelo alcanza entre 10 y 12 °C a 5 cm de profundidad; esas son las condiciones mínimas para sembrar sin riesgo de daño. Por eso, la ventana óptima para la plantación directa es del 15 al 30 de abril.
Segunda oportunidad (julio‑agosto)
Si prefieres una cosecha de verano, puedes aprovechar la segunda siembra entre principios de julio y mediados de agosto, siempre que el suelo no supere los 20 °C al momento de la siembra. En esta época la lechuga necesita sombra parcial (telas anti‑sol) para evitar que el calor haga que las hojas se vuelvan amargas.
Plazo máximo (finales de mayo)
Para evitar que el calor de junio haga que la lechuga “espigue” prematuramente, la fecha límite para la plantación de primavera es finales de mayo. Si la siembra se retrasa, considera variedades de ciclo corto (recolección en 30‑35 días) y mantén un riego constante.
Consejo rápido: si la primavera es especialmente lluviosa, adelanta la siembra una semana, pero protege las plántulas con una cubierta de malla para evitar el exceso de humedad que favorece el moho.
Señales para saber que ya puedes plantar
- Temperatura del suelo: Inserta un termómetro a 5 cm de profundidad. Cuando marque ≥ 10 °C de forma estable durante al menos 3 días consecutivos, el calor es suficiente para que la germinación sea exitosa.
- Ausencia de heladas: Consulta el histórico de la última helada en tu zona (servicio meteorológico de Pamplona o la AEMET). Si han pasado 10‑14 días sin heladas bajo 0 °C, el riesgo disminuye considerablemente.
- Flores de almendro y cerezo: Cuando estos árboles ya están en plena floración (finales de marzo en Navarra), el clima ya está lo suficientemente estable para que la lechuga se establezca sin sobresaltos.
- Temperaturas nocturnas: Un buen indicador es que las mínimas nocturnas se mantengan > 7 °C durante una semana.
Plantación directa vs trasplante en Navarra
Siembra en semillero (interior o bajo cubierta)
En Navarra, la práctica más segura es iniciar la lechuga en semillero 6‑8 semanas antes de la fecha de plantación definitiva. Si tu objetivo es plantar a mediados de abril, siembra las semillas a finales de febrero o principios de marzo en bandejas con sustrato ligero (turba + perlita). Mantén una temperatura de germinación entre 15‑18 °C y riega con un pulverizador para evitar el encharcamiento. Cuando las plántulas tengan 4‑5 hojas verdaderas, realiza el endurimiento: expónlas al aire libre 1‑2 h al día, aumentando progresivamente hasta 6‑8 h antes del trasplante.
Trasplante al huerto
El día del trasplante, cava surcos de 15 cm de profundidad y coloca las plántulas a 30 cm de distancia (para lechugas tipo “cabeza”); para variedades de hoja suelta, el espaciamiento puede bajar a 20 cm. Asegúrate de que el suelo esté bien drenado; en Navarra, los suelos calcáreos de la zona de la Ribera suelen ser de textura media‑arena, lo que favorece un buen drenaje pero requiere enmienda con compost para retener humedad.
Siembra directa
En áreas exteriores protegidas (invernaderos o túneles de plástico) puedes sembrar directamente a partir de la segunda quincena de abril. Haz surcos de 10 cm y cubre las semillas con una capa fina de tierra (1‑2 mm). Riega suavemente con riego por goteo para evitar que la semilla se desplace.
Plantas compañeras y asociaciones beneficiosas
- Zanahoria: Sus raíces sueltas promueven una mejor aireación del suelo y disminuyen la aparición de pulgones.
- Rabanito: Crece rápido y sirve como “cultivo trampa” para caracoles que de otro modo atacarían la lechuga.
- Cebollín: Sus compuestos volátiles repelen pulgones y otros insectos chupadores.
Plantas a evitar cerca: Brócoli y coliflor porque comparten el mismo grupo de susceptibilidad a la mosca de la col y pueden transmitir enfermedades como la mildiú. Mantén al menos 30 cm de separación para reducir la presión de plagas.
Condiciones específicas de Navarra
Tipo de suelo
En la mayor parte de Navarra predomina un suelo franco‑calcáreo con buen drenaje, ideal para la lechuga siempre que se enmiende con abono orgánico (30 l/100 m²) antes de la siembra. En la zona de la alta Navarra (valle de Roncal) el suelo es más arenoso y requiere retención de humedad mediante mantillo de paja o cobertura vegetal.
Microclimas dentro de la comunidad
- Pamplona y alrededores: Clima continental con heladas tardías; es mejor iniciar el calendario en abril.
- Río Arga (zonas ribereñas): Ligeramente más templado, permite plantar a finales de marzo si se protege con un túnel de plástico.
- Pirineos navarros: Altitudes superiores a 800 m tienen heladas prolongadas; la plantación se retrasa hasta principios de mayo.
Riego
Navarra es una comunidad con precipitaciones escasas en primavera (30‑50 mm en abril). Un riego por goteo de 2‑3 l/h por planta, aplicado cada 2‑3 días, mantiene la humedad constante sin encharcar. En épocas de lluvia, reduce la frecuencia para evitar enfermedades fúngicas como el Botrytis.
Viento y granizo
Los vientos del norte pueden resecar las hojas jóvenes; protege el huerto con cercas vivas (alcachofas) o mallas anti‑viento. En primavera, el granizo es poco frecuente pero posible; mantén a mano una cobertura de malla para colocarla rápidamente sobre las hileras.
Variedades recomendadas para Navarra
- ‘Lollo Rossa’ – lechuga de hoja rizada roja, tolerante al frío y a leves heladas, ideal para plantaciones de abril‑mayo.
- ‘Grand Rapids’ – variedad de cabeza compacta, buena resistencia a bolas de agua y a pulgones, perfecta para suelos calcáreos.
- ‘Buttercrunch’ – hoja suelta y crujiente, soporta temperaturas entre 10‑22 °C, excelente para cosecha en verano bajo sombra parcial.
Si prefieres una cosecha rápida, elige ‘Tom Thumb’, una lechuga de ciclo corto (30 días) que se adapta bien a la segunda siembra de julio.
Consejos específicos para la lechuga en Navarra
- Endurecimiento cuidadoso: antes del trasplante, aumenta la exposición al sol en incrementos de 2 h cada día; en la zona del Valle de Baztán los rayos solares pueden ser intensos, así que comienza bajo sombra parcial.
- Control de malezas: utiliza tela de arpillera para cubrir el suelo antes de sembrar; reduce la competencia por agua y evita que las ortigas (muy comunes en Navarra) entren en contacto con las hojas.
- Fertilización ligera: un abono líquido a base de algas cada 15 días favorece el desarrollo de hojas verdes y retrasa la aparición de pardeamiento por exceso de nitrógeno.
- Rotación de cultivos: después de la cosecha, destina la parcela a nueces o zanahorias durante la siguiente temporada para romper ciclos de plagas del suelo.
Conclusión
En Navarra, la mejor época para plantar lechuga es del 15 al 30 de abril, siempre que el suelo alcance al menos 10 °C y las últimas heladas hayan quedado atrás. Si el clima es más cálido, adelanta la siembra una semana; si el invierno se prolonga, retrasa hasta principios de mayo y protege con túneles. Con las variedades adecuadas, un buen endurecimiento, riego regular y asociaciones con zanahoria, rabanito y cebollín, tendrás una cosecha abundante y sin sorpresas desagradables. ¡Manos a la tierra y a disfrutar de esas crujientes hojas verdes en pleno verano navarro!